La trata de seres humanos, con fines de explotación sexual, es una de las manifestaciones más crueles de desigualdad.
El 90% de las mujeres que ejercen la prostitución en nuestro País, son extranjeras, y de ellas, la mayoría están en manos de redes mafiosas, que las captan, generalmente en sus países de origen, mediante engaños, como falsas ofertas de trabajo, o através de agencias matrimoniales o de modelos.
El gobierno aprobó el 12 de Diciembre de 2008, un plan integral de lucha contra estas redes mafiosas.El plan contempla la creación de un fondo de bienes decomisados a las mafias, para asistir a las victimas y fortalecer la actuación policial, además, recoge 61 medidas que pretenden sensibilizar a la sociedad para promover la "tolerancia cero", contra los actos delictivos relacionados con la trata, y luchar contra los traficantes y proxenetas.
En España, un millón de españoles requieren cada día el servicio de una prostituta, moviendo unos 50.000.000 de euros, y eso es mucho dinero, es un negocio muy lucrativo, casi tanto como el trafico de armas, y muy similar al trafico de drogas. Las cifras son mareantes, y no solo en euros, sino en demandantes, si tenemos encuenta que en España somos más de 46.000.000 de habitantes, de los cuales la mitad serán hombres, y de esa mitad, al menos tenemos que quitar unos 3.000.000 de niños de hasta 14 años, que no creo que requieran los servicios de una prostituta, y unos 3.000.000 de ancianos de más de 70 años, que no están ya para muchas juerguecitas, me sale, que al día, uno de cada 15 hombres de entre 18 y 60 años, se va de putas. No me extraña que con esta demanda, esté tan en auge el negocio de la prostitución, lo malo, es que muchas, pero muchas de estas mujeres, son obligadas a la fuerza a prostituirse, y que la mayoría de los demandantes de sus servicios, lo saben perfectamente, y eso, en mi opinión, es una forma de maltrato humillante y vejatorio para una mujer.Demasiados bajos instintos, demasiados insatisfechos, demasiados salidos.
Saludos cordiales y muchas gracias por estar ahi
Jesús Miravalles Gil
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