Toyó quiso también hacer sazén.
-Espera un poco -le dijo Mokuraí- ; eres demasiado joven.
Pero el muchacho insistía, de modo que el maestro finalmente consintió.
Al atardecer, el pequeño Toyó acudió, en el momento debido, al umbral del recinto donde Mokuraí impartía el sazén. Batió el gong para anunciar su presencia, hizo tres reverencias respetuosas antes de entrar, y fue a sentarse ante el maestro en respetuoso silencio.
-Cuando bates palmas -dijo Mokuraí- oyes el sonido de ambas manos. Ahora enséñame el sonido de una mano.
Toyó se inclinó y fue a su habitación para considerar el problema. Desde su ventana oía música de geishas. -¡Ah, ya lo tengo! -exclamó.
Al atardecer siguiente, cuando el maestro le pidió que le enseñara el sonido de una mano, Toyó empezó a ejecutar esa música.
-No, no -dijo Mokuraí-. Así no va. Ese no es el sonido de una mano. No lo has entendido para nada.
Estimando que la música podía interrumpir sus meditaciones, Toyó se trasladó a una habitación más tranquila. Se puso de nuevo a meditar: -¿Cuál puede ser el sonido de una mano?
De pronto oyó agua que goteaba. -Ya lo tengo- se imaginó. La próxima vez que compareció ante el maestro, Toyó imitó el sonido de agua que gotea.
-¿Eso qué es? -preguntó Mokuraí- Es el sonido de una gota de agua, pero no el de una mano. Intenta otra vez.
En vano Toyó persistió en meditar para oír el sonido de una mano. Oyó el suspiro del viento. Pero también este sonido le fue rechazado.
Oyó el chillido de un búho. Mismo rechazo.El sonido de una mano tampoco era el de las langostas.
Más de diez veces Toyó visitó a Mokuraí con diferentes sonidos. Ninguno era el acertado. Durante casi un año caviló sobre cuál podía ser el sonido de una mano sola.
Por último, el pequeño Toyó entró en la verdadera meditación y trascendió todo sonido.
-Ya no podía encontrar más qué juntar - explicó más tarde-, de modo que alcancé el sonido insonoro.
Así había realizado Toyó el sonido de una mano.
Sabiduria zen
Jesús Miravalles Gil
Me ha gustado mucho y antes de llegar al final pense en el sonido de la brisa, luego me dije que debia ser el silencio y creo que acerte un poco. Confieso que movi mi mano para escuchar... no se si hice trampa con esto, pero descubrir mi acierto
ResponderEliminarme hizo sentir bien y me ha motivado a buscar otros kohanes, si asi se puede decir en plural, para meditar cuando tenga tiempos libres. Muchas gracias. Caty.
Si amiga es el silencio, pero el silencio de la mente ya que la enseñanza es que pensar en un problema y darle y darle vueltas no lo resuelve solo la tranquilidad lo hace el koan Es para que te des cuenta de que no hay respuesta
EliminarMe alegra Caty que hayas encontrado en los Koans un modo de meditar y motivación.
ResponderEliminarSaludos.
La respuesta correcta de este Koan...es ¡Nada! porque en la no dualidad no hay sonido alguno.
ResponderEliminarCorregirme si me equivoco.
Saludos
La respuesta correcta de este Koan...es ¡Nada! porque en la no dualidad no hay sonido alguno.
ResponderEliminarCorregirme si me equivoco.
Saludos
Graz
EliminarGracias Katy gracias Jesús
ResponderEliminarmeditar con el sonido del aplauso de una sola mano es entrar en nuestro interior en nuestra mente donde todo es posible, si este acertijo no esta condicionado y es en el exterior tiene solución, entonces meditar con el sonido del aplauso de una sola mano es invitar también a meditar acompañado de otra persona así si el acertijo abarcaría a las dos personas que juntaran una mano respectivamente para formar el sonido del aplauso y meditar ambos con el sonido del aplauso de una mano producido por dos personas. En conclusión el sonido del aplauso de una mano por una persona se escucha solo en su interior, pero de dos personas se escuchan en el exterior.
ResponderEliminarUna mano
EliminarGracias Fernando por tu aportación y tu presencia.
ResponderEliminarSaludos:
Gracias Fernando por tu aportación y tu presencia.
ResponderEliminarSaludos:
el sonido de una mano al aplaudir ... es el sonido de una mano al aplaudir
ResponderEliminarEl zen se hace con una sola mano: El sonido de una mano aplaudiendo,y ella lo hizo bien la energía es una.
ResponderEliminarSaludos Oscar.
Es difícil de explicar y entender el Koan, pero creo que que el sonido que buscaba Toyó era el silencio y lo encontró. Saludos:
ResponderEliminarToyó entró en la verdadera meditación y trascendió todos los sonidos, se convirtió en el sonido mismo. Así alcanzó el sonido sin sonido. Se había dado cuenta del sonido de una mano.
ResponderEliminarEn el koan hay una sola respuesta?
ResponderEliminarUna pregunta puede tener una o varias respuestas, o quizás ninguna, la respuesta no tiene que ser necesariamente oral pueden ser gestos o acciones.
ResponderEliminarTodos los Koans tienen su cebo y su interruptor, la clave está en "convertirse en uno" con el Koan. Saludos: