CUANDO UNO MISMO CRECE

Hay momentos, que mi estado pasa del yo al YO superior, sin darme cuenta. Cuando estoy en mi YO superior, mi estado anímico, mi forma de pensar y de ver las cosas, cambia por completo. Me siento Superior. Tan Superior a mi mismo, que tengo la misma sensación que todo el universo, está rendido a mis pies. La gran magnitud que uno percibe en ese momento es de que tiene todo el poder en sus manos. Uno está trasladado en la mente del Creador del universo, y ve como se siente, al estar por encima de todo.
Sentirse así, cuando uno pasa del yo al YO superior, no se puede comparar en nada. Es una sensación que probablemente muchos jamás alcanzarán.
Cuando ves que tienes y eres tan poderoso en ese estado, ves al ser humano como si fuera un rebaño al cual podrías hacer mucho daño, con un solo movimiento imperceptible. Eso solo se puede percibir, cuando estas realmente en el estado de Yo superior. Cuando involuntariamente regreso a mi yo terrenal, comparo, recuerdo el otro estado, y me quedaría allí, porque me siento grande. Mi ego quiere ese otro estado, pero tengo que estar aquí en ese otro yo terrenal.
Si pudiera permanecer en mi otro YO superior siempre, yo ya dejaría de existir en el planeta tierra. Quedaría fuera de mi cuerpo físico para no volver más.
Mi objetivo en esta vida, no es plantearme cuantas veces he reencarnado y cuantas me faltan, sino que directamente, yo ya no encarnaré más en cuerpo físico.
Muchas veces lo he comentado y esa gente que tiene tanto ego se ríe y me dicen que más quisieras tú, no tener que reencarnar más.
Pues sí señores. No se cual es mi misión en ésta vida. Quizás simplemente vivir sin buscarle motivos ni causas ni justificaciones. Pero sé que cuando abandone el cuerpo físico para siempre en este planeta, no volveré a introducirme a un cuerpo físico.
No puedo decir que me lo hayan dicho los seres de luz, pero yo lo sé porque lo siento así y porque yo decido que hacer con mi espíritu y no otros por mí.
Sonará quizás prepotente eso? me da igual lo que pienses. Mi Yo me pertenece a mí y no a otro y con mi Yo o espíritu, hago lo que me place. Si quiero encarnar encarno, y sino quiero encarnar no encarno. Es mi libre voluntad, porque el creador me dota de libre albedrío y no de una esclavitud.
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Jesús Míravalles