10 de agosto de 2013

DOS BONITAS HISTORIAS

Leí esta historia y me pareció un buen  ejemplo para aquel que pensando que es el más desgraciado, no sabe ver en lo que sufren de verdad las personas que quieren ayudarnos.
Hace tiempo, al estar en mi casa, siendo como las 11:00 de la noche, recibí la llamada telefónica de un muy buen amigo mío. Me dio mucho gusto su llamada y lo primero que me preguntó fue:
"¿Cómo estas?". Y sin saber por qué, le contesté: "Muy solo".
"¿Quiéres que conversemos?" Le respondí que sí y me dijo:
"¿Quiéres que vaya a tu casa".Y respondí que sí. Colgó el
teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a mi puerta.
Yo empecé y hablé por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas, y él, atento siempre, me escuchó.
Se nos hizo de día, yo estaba totalmente cansado, me había hecho muy bien su compañía y sobre todo que me escuchara, me apoyara y me hiciera ver mis errores, me sentía muy a gusto, y cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: "Bueno, me retiro, tengo que ir a trabajar".
Yo me sorprendí y le dije: "Pero, por qué no me habías dicho que tenías que ir a trabajar, mira la hora que es, no dormiste nada, te quité tu tiempo toda la noche". El sonrió y me dijo: "No hay problema, para eso estamos los amigos". Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así.
Lo acompañé a la puerta de mi casa ... Y cuando él caminaba hacia su automóvil le grité desde lejos: "Oye amigo, y a todo esto, ¿por qué llamaste anoche tan tarde?". El regresó y me dijo en voz baja ... "Es que te quería dar una noticia". Y le pregunté: "¿Qué pasó?". Y me dijo ..."Fui al doctor y me dice que mis días están contados, tengo un tumor cerebral, no se puede operar, y sólo me queda esperar". Yo me quedé mudo... Él me sonrió y me dijo: "Que tengas un buen día amigo". Se dio la vuelta y se fue.
Pasó un buen rato hasta que asimilé la situación y me pregunté una y otra vez, por qué cuando él me preguntó ¿Cómo estas? me olvidé de él y sólo hablé de mí. ¿Cómo tuvo tanta fuerza para sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación?. Esto es increíble, desde entonces mi vida ha cambiado, suelo ser más crítico con mis problemas y disfrutar más de las cosas buenas de la vida, ahora aprovecho más el tiempo con la gente que quiero... Por ejemplo, él todavía vive y procuro disfrutar más el tiempo que convivimos y conversamos, sigo disfrutando de sus chistes, de su locura, de su seriedad, de su sabiduría.



UNA MANIFESTACIÓN DE AMOR
En una vidriera había un letrero que decía: “Cachorritos en venta "Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando: "¿Cuál es el precio de los perritos?"
El dueño contestó: "Entre 300 y 500 euros".El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas: "Sólo tengo 2.37euros… ¿Puedo verlos?".
El hombre sonrió y silbó.De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos.Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. El niñito inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba. "¿Qué le pasa a ése perrito?", preguntó. El hombre le explicó que cuando el perrito nació,el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida.
El niñito se emocionó mucho y exclamó: "¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!".Y el hombre replicó: "No,tú no vas a comprar ese cachorro,si tú realmente lo quieres,yo te lo regalo".Y el niñito se disgustó y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: "Yo no quiero que usted me lo regale.El vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo.
De hecho,le voy a dar mis 2.37euros ahora y 5 euros cada mes hasta que lo haya pagado completo".El hombre contestó: "Tú en verdad no querrás comprar ese perrito,hijo.El nunca será capaz de correr,saltar y jugar como los otros perritos".
El niñito se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada,soportada por un gran aparato de metal.Miró de nuevo al hombre y le dijo:Bueno,yo no puedo correr muy bien tampoco y el perrito necesitará a alguien que lo entienda".
El hombre estaba ahora mordiéndose el labio y sus ojos se llenaron de lágrimas… sonrió y dijo: "Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú".
"Lo que verdaderamente importa  es que te aprecien y te Amen por lo que Eres"
"El amor verdadero es incondicional"
                                                          Historias y reflexiones
Jesús Míravalles Gil

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