30 de octubre de 2013

DOS KOANS ZEN

NOTA: Para aquellos que leen por primera vez este blog: tengo que decir que no pertenezco a ninguna escuela budista, pero sí, me gusta mucho reflexionar ciertos aspectos budistas, aunque agradecería que si alguien tiene conocimientos me pudiera orientar al respecto.
O bien si queréis opinar sobre los kōans que aquí expongo, desde vuestro punto de vista... y así aprendemos todos.

KOAN-1
 EL MOVIMIENTO Y LA INMOVILIDAD
Siendo todavía joven, el Maestro Chan Yin Feng estaba muy versado en muchas de las grandes enseñanzas budistas, ya que su instructor había sido el famoso Maestro Ma Tzu.
Un día, cuando empujaba el carro, Yin Feng fue obligado a detenerse por su Maestro, que estaba sentado en el camino atravesándolo con la pierna estirada. Yin Feng le pidió que retirase la pierna para que pudiera pasar el carro.
En lugar de hacerlo, Ma Tzu estiró todo su cuerpo a lo largo del camino diciendo:
Sólo puedo estirarme, nunca encogerme.
Yin Feng tampoco quería dar su brazo a torcer, así que dijo:
En lo que ami respecta, sólo puedo avanzar pero nunca retroceder.
Diciendo esto, empujó su carro por encima de la barrera que formaba Ma Tzu y le hirió gravemente el pie.
En cuanto el Maestro herido alcanzó el monasterio, tomó un hacha y gritó:
¿Quién ha sido el idiota que me ha herido en el camino?
¡Que salga!
Yin Feng apareció ante el Maestro y puso su cuello bajo el hacha. El resultado fue que Ma Tzu bajo el hacha.

EXPLICACIÓN
Cuando en la vida cotidiana la gente dice que cierto objeto está en movimiento y otro está inmóvil, se debe a la acción de su propia mente. En realidad, todos los fenómenos son creados por nuestra mente, pero los fenómenos en si no distinguen entre estar en movimiento o estar inmóviles.
El Chan enseña a las personas a limpiar de su mente cualquier concepto opuesto para obtener la armonía perfecta y la iluminación.
El dicho <<sólo puedo estirarme, nunca encogerme>>. Significa<<siempre estoy inmóvil y nunca en movimiento>>.
Para equilibrar esto, Yin Feng expresó su concepción opuesta:<<Estoy en movimiento y nunca inmóvil>>
A primera vista las cosas son así. Pero en realidad el Maestro, a costa de su propio pie, probó a su discípulo para ver si era capaz de saltar por encima de la doctrina del movimiento y la inmovilidad, actuando espontáneamente por si mismo. Este necesitó pasar y lo hizo sin respetar al celebre Maestro.
Quien buscan la verdad con su mente no necesitan modelos ni ídolos.
            Extraído del libro 100 koans del budismo Chan
Jesús Miravalles Gil



KOAN-2
ÁRBOL SECO, Y ESPLENDIDO ÁRBOL
En cierta ocasión, cuando el venerable Maestro Yao Shan era abad, estaba paseando por el patio del templo en compañía de sus dos discípulos, Tao Wu y Yun Yen. Ante el templo había dos árboles. Uno estaba seco y el otro se hallaba en todo su esplendor.
Señalando los árboles, el Maestro pregunto:
¿Cuál de estos árboles está siguiendo el camino correcto, el seco o el que se halla en todo su esplendor?
El que se halla en todo su esplendor…respondió Tao Wu.
El brillo ciega los ojos…contesto el Maestro, y pregunto de nuevo:
¿Cuál es lo correcto, el árbol seco o el esplendido?
El seco…respondió Yun Yen.
Esta dominado por la inactividad…esplicó el Maestro.
En este momento se les unió un monje, y Yao Shan le planteó la misma cuestión. Un árbol seco se ajusta a su propia sequedad…respondio el monje.. un árbol esplendido sigue su propio esplendor. ¡¡No!!, ¡¡No!!...esclamo el maestro, dirigiéndose a sus discípulos.

EXPLICACIÓN
En el pensamiento de las personas corrientes, todas las cosas pueden diferenciarse por su nombre y relacionarse en términos de dualidad. En éste caso, <<Un árbol que se halla en todo su esplendor>>, y refleja el concepto positivo de es>>, fue la respuesta escogida por Tao Wu.
Sin embargo, el maestro no aprobó esta respuesta. Por otra parte, <<Un árbol seco>>, que representa el concepto de negativo o <<no es>> fue la respuesta preferida por Yun Yen, pero la respuesta del Maestro señaló que su mente se engañaba igualmente.
Aunque el monje no escogió ninguno de los dos
conceptos opuestos, su respuesta presuponía la existencia de ambos y probaba el hecho de que no se había liberado de la cadena de la muerte y del renacimiento.
Esta es por lo que el Maestro no pudo aceptar su respuesta y esclamo:<<¡No! ¡No!>> No lo hizo sólo para protestar contra el error, sino principalmente para que surgieran las dudas en sus discípulos, que les permitieran llegar a una comprensión por si mismos.
                    Extraído del libro 100 koans del budismo Chan
Espero que ustedes encuentren valor en los Koans.

Jesús Míravalles Gil             
                                      
                                      

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