La meditación Zen debe hacerse preferiblemente en total silencio. Tal vez poner incienso y nada más, aunque no es indispensable.
Sin embargo, cuando estemos relajados, descansando, lo mejor es poner música espiritual como la de Robert Haig Coxo, que descubrí hoy en la red.
Haig nació en Canadá y fue pianista precoz. Se dedica a estudiar la relación entre la música, el cuerpo humano y la psique. Dice que su función es permitir que quien le escucha descubra la esencia del Universo.
Pertenece a la organización Kryon, que tiene relación con canalizaciones para activar el ADN, entre otros.
Hay muchos videos con sus inspiradoras composiciones que pueden buscarse en You Tube. Pongo aquí tres de muestra
Jesús Míravalles Gíl
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