
Se puede despertar de varias formas, pero todas requieren un proceso previo, unos pasos que consciente o no, tuviste que dar, un difícil camino lleno de obstáculos, dudas perpetuas y continúas diatribas. El inicio de tu aventura en un camino pedregoso, caminando a contra dirección, luchando contra uno mismo y siguiendo intuitivamente aquello que tu corazón te dice que es correcto, a pesar de, que eso va en contra de lo que debe ser normal en alguien como tú. Un día despiertas, tú solo, incomprendido y contrariado. Llegas al final del camino para darte cuenta, que en realidad has iniciado otro, aun mas difícil y serpenteante, una cuesta arriba, que tienes el deber de sortear.

El despertar llega después de tanta búsqueda, es el premio a la perseverancia y al inconformismo. Después de estar toda una vida predicando en el desierto, llegan las respuestas, pero esas respuestas, generan incomodidad, cabreo y frustración, es solo el primer estadio de ese despertar, después llega la calma. La mentira duele, materializarla y hacerla palpable, frustra, pero esto pasa pronto y como fuiste un buscador incansable, te limitas a perseguir la verdad y ver donde termina. Esa verdad, es solo tú verdad, aquello que a ti te sirve para continuar elevando tu estado, crecer en conocimiento, en experiencia y en conciencia. Porque es la conciencia la que despierta, es esa voz interior la que toma verdadero protagonismo, te serena y se convierte en la brújula que guía tus pasos.
Elige tu propio camino y encuentra tu verdad, dentro de ti.

Puede que no fueras un perpetuo culo inquieto, en busca de lo real y verdadero, pero seguro que tuviste un gran trabajo previo. El servicio es otro bonito camino para abrir tu mente y que entre la luz allí donde solo había tinieblas. No hace falta que te sumerjas en la perpetua búsqueda del grial de tu verdad. Si realizaste un gran servicio a tu prójimo, tu recompensa estará esperándote. La experiencia de vida y tu educación, puso en ti una gran cantidad de capas de creencias, dogmas e irrefutabilidades que debes ir quitándote. Romper esas cáscaras y desprenderse de todas la falsas enseñanzas, que llegaron a ti, solo para que fueras uno mas, pero al despertar te diste cuenta de que no eres uno mas, si no que simplemente eres uno. Una gota en un océano, una hoja en un árbol, un brizna de hierba en un prado, eres uno, rodeado de muchos unos, una individualidad formando una unidad.

Estar despierto es estar consciente, encontrar tu Yo real
y abrir los sentidos que tenias dormidos.
Ver como la historia, la ciencia, la religión, la familia, la vida, la muerte, el dinero, la competitividad, el amor, en fin todo ha sido tergiversado, manipulado y dogmatizado, para que sea consumido y procesado, sin que tengamos necesidad de hacernos preguntas. Este era el método, seguro, sencillo y falso de vivir, un prisma turbio por el que mirar y ver una realidad que siempre supiste que no lo era. Ahora has dejado de mirar por esa vieja y pequeña mirilla y te das cuenta como el resto de aquellos seres a los que amas, continúan mirando una realidad llena de errores, un sistema caduco y lleno de fallos, un bucle sin fin en el que para salir solo hay que parar y enfocar la mirada en otro punto, pero quien es el loco que lo hace primero. Ese loco eres tú y por mucha señales que hagas no conseguirás que el resto del mundo te mire, debes comprender que aun no ha llegado su momento, pero si debes estar atento a la mas mínima señal, para salir ahí y mostrarle el mundo que tu lograste descubrir, remangarte y ponerte a trabajar.
Estar consciente de lo que eres, de quien eres, de donde vienes y donde iras, poco a poco fuiste respondiéndote estas y otras cuestiones esenciales, existenciales y profundas que tenias, pero no todo lo que a ti te sirve tiene por que ser útil al resto, todos emprendemos este camino, en un sinfín de caminos paralelos y posibles, seguramente tu origen no es el mismo que el de tu prójimo y tu destino próximo tampoco, solo aquello que os hermana es lo realmente importante. Todos partimos por primera vez de un mismo origen y acabaremos en una misma meta. En esta carrera, todos ganan y como nadie cronometra da igual lo que tardes.

no es mas que la sombra de una realidad mucho mayor.
Esta aventura tiene un brillante final y no podemos dejarnos llevar por el desaliento y la impaciencia, todo llega y el momento será el justo y necesario, para que la mayor parte de nosotros demos ese paso. Céntrate, busca en ti y responde tus propias preguntas, estate atento a las señales y toma el camino correcto, ese camino que se adecua a tus necesidades y que te brinda el mejor de los desenlaces.
enlace: la cosecha de almas
Jesús Miravalles Gil
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