Fíjate qué cosa tan simple.¡Qué misterio tan grande!: Saber silbar es tan importante como saber amar.
Porque antes de que las cosas empeoren un silbido a tiempo evita males mayores.
Tú vas por el campo o por la ciudad, paseando, y te encuentras con una simpática serpiente que al sacarte la lengua sus besos te está lanzando.
Más como no lo entiendes, asustado, con un garrote le das una paliza de muerte.
Ahora viene el segundo acto. Tú vas por el campo o por la ciudad, paseando, y te encuentras con una simpática y lista serpiente que sabe que tú eres más grande y la puedes pisar.
¿Cómo quieres que te avise si no supiera silbar? ¿Con un mordisco venenoso y letal? Ahora ya has comprendido que tan importante es saber amar como saber silbar.
Entre este mundo y el otro hacen falta puentes, entre tú y los demás es necesario un equilibrio entre tu amor y tu agresividad está el punto justo el de saber silbar...
Porque amar no es callar hasta estallar ni tampoco aguantar y aguantar hasta no poder más.
No es ser débil con las debilidades de los demás. Ni tampoco dejar de ser tú para ser lo que los otros quieran.
El verdadero amor busca siempre el equilibrio y la justicia de amarte a ti mismo amando a los demás.
Sólo cuando alcances el perfecto equilibrio serás sanamente egoísta porque tu felicidad será la de los demás;
pero tu dolor y tu escarnio no puede ser el gozo y el beneficio de otras personas;
Ni tu amor puede ser debilidad ni tu fortaleza egoísmo. En todas las cosas de la vida Es necesario un equilibrio; por eso, es tan importante saber amar como saber silbar.
sabiduria zen
Ya has solucionado el Koan de la serpiente, ¿qué quieres hacer ahora?.
Jesús Miravalles Gil
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