Darnos cuenta de las cuestiones, es, simplemente, no comprender nada, permaneciendo, asombrados y expectantes, pero no pusilánimes, en la senda del despertar.
Ciertamente, las circunstancias temporales producen tribulación y respeto, impulsándonos, a la apertura interior, fuente de bienventuranza, de dónde surge la gracia; sonrisa serena del Buda, que no hay que buscar lejos.
Todos vivimos en éste mundo, en ésta sociedad, y circunstancias, que nos ha tocado vivir. Culpabilizarnos unos a otros, de nuestras desgracias, y de ésta situación, sería carencia de perspicacia. Todos tenemos que aprender, y saber, de qué van las cuestiones, despejando nuestra mente, con el mínimo de alucines. Tal cosa es, teóricamente posible, si no estamos perturbados.
Se trata ahora, de que, el mayor número posible de personas, podamos percibir con nitidez: las manipulaciones mentales, son una cosa; la pureza, en la verdad del corazón espiritual, otra.
Porque, se abrirán caminos, incluso en la tierra, allí dónde no hay ninguno, pues, podemos comprender nítidamente: la creación original, es perfecta.
Quizás podemos hacer una especie de sinopsis del tema.
Al sumergirse el espíritu en la materia, queda revestido de diferentes elementales, que lo “adoban” con sus características energéticas e instintos, los cuales limitan y condicionan.
Sin embargo, el Universo Nirvánico, es el origen de lo perfecto, el verdadero ” regreso ” al origen que todos anhelamos, el cual es verdadero, no virtual.
Visto de ésta manera, los procesos de liberación, resultan de los dharmas, de los propios individuos. Lo que llamamamos “elementales”, son vidas, que hay que redimir, y que conforman la “flor de loto” , convirtiéndose en los vehiculos de manifestación del espíritu inmortal. enlace: Ágora libre
Jesús Miravalles Gil
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