Montxo Armendáriz recurre a imágenes de informativos y fotografías de Gervasio Sánchez para hablar de la explotación infantil.
El protagonista del poema es un niño que -como el propio Miguel Hernández- tiene que trabajar en el campo desde muy temprano, destripando terrones y padeciendo todo tipo de estrecheces: fatiga, hambre, marginación... Ante tanta injusticia social, la indignación del poeta estalla con profundo dolor: "El niño yuntero", que reproducimos a continuación.
Hoy en día las cifras mandan, las cifras juzgan, las cifras se imponen, pues hablemos de cifras.
Las cifras dicen que hoy en día en el mundo más de cien millones de niños/as viven en la calle, las cifras dicen que hoy en día tan solo en el Brasil los escuadrones de la muerte asesinan cada año a más de ocho mil de estos niños/as por el terrible delito de ahuyentar de los comercios la clientela de turistas.
Las cifras esas que mandan dicen que en el mundo mueren a diario más de cuarenta mil niño/as de todo tipo de enfermedades.
Las cifras dicen que son millones los niños/as explotados, prostituidos, secuestrados y asesinados para arrebatarles aquello que creen que es lo único que tienen de valor aquellos que los asesinan.
Los ojos, el corazón, los riñones, y luego venderlos en tenebrosos mercados que el hombre tiene establecido a lo largo y ancho del mundo.
Las cifras dicen que hoy en día en el mundo la mayor parte de los niños/as son pobres, y la mayor parte de los pobres son niños/as.
Joan Manuel Serrat
Jesús Miravalles Gil
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