Aquellas Navidades se convirtieron en algo fantástico e inolvidable para mi, estar rodeado de juguetes era todo un sueño estuve hasta después de Reyes y fue una experiencia que recuerdo con mucho cariño.
Los dueños se portaron muy bien conmigo cuando termine me dijeron que estaban muy contentos y que eligiera los regalos que quisiera.
Yo sin ánimo de abusar recuerdo que elegí un tren eléctrico de aquellos que había que montar las vías, y dos pistolas de chiscantes con las que disfruté mucho, eso fue todo.
La tienda era grande tenia un escaparate muy amplio donde había expuestos toda clase de juguetes
recuerdo como los niños/as se acercaban a verlos con ojos de alegría y satisfacción dejándose los mocos contra el cristal del escaparate. Que podría hacer sino un niño viendo todo aquello.
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