13 de enero de 2017

CUANDO ME VAYA...

Algún día dejaré de existir. Mi corazón se parará. Mi piel dará tregua a los latidos de mis pestañas y en un susurro, mi alma viajará a otra parte. A otra vida, a otro lugar. O simplemente todo habrá acabado. ¿Quién sabe? Cuando pase, solo espero una cosa. Volver a encontrarte.
Cuando me vaya…
Quédate con mi sonrisa, con lo feliz que fui cuando estuve a tu lado. También cuando me alejé. Quédate con el recuerdo de mis besos infinitos, con el contar de estrellas y con el secreto que te confesé. Perdona mis mentiras y mi impaciencia. Perdona mi cabezonería, mis preguntas, mis ansias y si alguna vez te hice daño. Perdona mis despistes, mis gritos y mis faltas de respeto. Perdóname todo lo que no pudiste perdonarme cuando estaba aquí. Yo también lo haré. Pero cuando me vaya.
Cuando me vaya, estoy segura de que te pareceré más bonita. A ti, a ustedes, arpías del demonio, dirán de mi que “no era tan mala persona”. Valorarán lo que tanto hice, lo que tanto les di aunque hoy les fastidie reconocerlo. Mi mejor decisión, fue hacerme amiga de la honestidad y desligarme para siempre de esas dulcineas que jugaban a ser princesas de mentira, de maquillaje y de hipocresía. Cuando me vaya, te darás cuenta de que ya tu ira no me hacía ni el más mínimo daño. Ni si quiera cuando te ponías (te pones) las cosas públicas para atacarme gratuitamente. Lo siento. No lo conseguiste. Solo al principio, cuando yo aún te quería.
Cuando me vaya, tú que me estás leyendo, tú que sin conocerme me has juzgado y me has colgado el cartel de algo que no soy. Tú, que aún conociéndome y habiendo compartido tanto conmigo, traicionaste mi confianza. Y solo sabes colgar una galería totalmente distorsionada de la realidad. A ti, a ti te digo GRACIAS. Porque parte de mi fortaleza, lleva tu nombre. Y no te equivoques, no cantes victoria. No te creas que hablo desde el rencor. Hablo de la liberación más placentera que conocí jamás. Ser fiel a mis sentidos, a mi intuición y a la valentía que tuve de mandarte a la mierda.
Cuando me vaya, te dejaré de herencia mis abrazos, mi mirada sincera y mis ganas de verte bien. Me podrás encontrar siempre que quieras entre estrellas y mariposas y en ese océano junto a él. Bailaré sin prisas con el vaivén de tu encuentro. Dibujaré tu nombre con mi sombra y grabaré en silencio el recuerdo de nuestro amor. Cuando me vaya, pensarás en mi como nunca. Sentirás el peso de mi ausencia y le pedirás a las nubes una última vez. Tendrás la suma de mis recuerdos en una resta infinita y cuando escuches mi nombre, yo estaré ahí, aunque no puedas verme. Di que nunca me conociste, que ni siquiera sabías el color de mis ojos. Descuelga el espejo dónde tanto te buscaba y hacías de la ignorancia un eco permanente, que dejó cicatrices en mis pupilas.Regala mi ropa,mis cosas,mi coche.No guardes nada que no puedas llevar en tus bolsillos. El resto sobra, créeme.
Cuando me vaya, echarás de menos mis manías. Mis platos te parecerán los más sabrosos del mundo y el olor de mi pelo la mejor fragancia. Querrás deshojar el calendario para volver a empezar. Para acompañarme a todos esos sitios donde me dejaste sola. Querrás pasar más tiempo conmigo, llevarme a ese lugar que me prometías en versos de plastilina y desearás haberme sacado más a bailar. Haberme regalado más flores. Al menos una. Cuando me vaya, desearás haberme cuidado como nunca lo hiciste.
Cuando me vaya, podré decir que tuve a los mejores padres del mundo. A la comprensión incondicional, bondad y generosidad hecha hombre y mujer. A una familia excepcional, a unos amigos increíbles y al mejor compañero de vida. Podré decir que tuve a los mejores maestros y que hice de mis experiencias mis aprendizajes. Podré decir que de lo único que me arrepiento es de no haberte dejado antes. Dejaré una huella de gratitud en cada uno de vuestros corazones y si a ti no te dejo nada, es porque una vez, dejaste de importarme. Haré una fiesta, bailaré tanto que me quedaré dormido y alzaré mis brazos de tal forma, que ningún centímetro podrá cortarme las alas. Podrá cortarme ya, el vuelo hecho libertad.
Cuando me vaya, quizás no lo haya hecho para siempre. Y viva en la memoria de muchos, como un pretexto que nació para ayudar.
Que nació para querer. Para hacerte feliz.    Sin más.          
                                                             el rincón de floricienta
Jesús Miravalles Gil
                                          

5 comentarios:

  1. ¿Y cuando se vayan los que quedan?¿dónde quedarán las ayudas, el querer y la felicidad? querida floricienta todo lo que nos parece tan importante, perece se pierde irremediablemente como las estelas en el mar.

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  2. "Y ese día
    dulce melancolía,
    has de arrugarte junto al hogar.
    Sin una astilla para quemar.
    Cuando me vaya.
    Cuando me vaya."

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  3. Muchas gracias raquelsuma por tu aportación y tu presencia. Te mando un fuerte abrazo.

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  4. Muchas gracias raquelsuma por tu aportación y tu presencia. Te mando un fuerte abrazo.

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  5. Gracias a tí, por este lugar, presencia, para mentes despiertas. Un fuerte abrazo.

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