Dicen que antes de que Dios los llamara para que tuvieran el poder de alumbrar nuestros días y nuestras noches ,el Sol y la Luna se encontraron y vivieron un gran amor.
Un día Dios los llamo para que acudieran ante él y obedientes ambos se presentaron. Al sol le dijo que el seria el que iluminaria nuestros días desde Oriente hasta Occidente, que seria el encargado de hacer que con su luz nuestras
flores florecieran y que sin su calor sería imposible la vida para los seres humanos. Le dio un titulo de nobleza, seria conocido por todos como el Astro Rey.
Del mismo modo hablo con la Luna y le dijo que ella seria la encargada de iluminar cada una de las noches, ya fueran calientes o frías y que encantaría a los enamorados ya que estos pasarían muchas noches contemplándola.
La Luna entristeció mucho a cuenta de esto, porque Dios los había condenado a vivir eternamente separados y nunca podrían vivir con plenitud su amor.
Por esto el Sol fue en busca de Dios y le contó lo que le sucedía a la Luna y le dijo que buscara la forma para que la Luna no estuviera sola. Por eso creo Dios a las estrellas para que hicieran compañía a Luna en el gran cielo.
Desde entonces viven separados, añorando cada día poder estar el uno con el otro. Cada día el sol finge ser feliz mientras la luna vive escondida en sus tinieblas, recordando lo que fue y lo que no pudo ser.
Dios quería que la Luna siempre estuviera llena , en su máximo esplendor pero se olvido de que la Luna es una mujer como tal tiene sus fases.
Cuando miramos al cielo y vemos la Luna llena significa que ésta es feliz mientras que cuando esta menguante esta triste, tan triste que llega a desaparecer por completo volviendo a los pocos días a aparecer radiante de felicidad.
Muchos hombres han ido a la luna y han intentado bajarla pero es imposible por mucho que lo intenten ella tiene que cumplir con su destino.
Por eso Dios decidió que ningún amor seria imposible, por eso creo los Eclipses, aunque no son tan frecuentes como el Sol y la Luna quisieran. Solo así pueden encontrarse y estar juntos aunque solo sea un ratito.
Por eso cuando hay un eclipse dicen que no podemos mirar al cielo directamente porque nos quedaríamos ciegos. Ciegos de ver el amor que desprenden cuando pueden encontrarse.
Ya sabéis, si la Luna y el Sol pueden amarse no hay amor imposible en esta vida solo hay que tener paciencia y ganas de amar.
cuentos fábulas y leyendas
Jesús Miravalles Gil
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