El fin de año huele a compras, enhorabuenas y postales con votos de renovación,
y yo que sé del otro mundo que pide vida en los portales, me doy a hacer una canción.
La gente luce estar de acuerdo, maravillosamente todo parece afín al celebrar,
unos festejan sus millones, otros la camisita limpia y hay quien no sabe qué es brindar.
Mi canción no es del cielo, las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego, que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo lleva más para amarla.
Tener no es signo de malvado y no tener tampoco es prueba de que acompañe la virtud,
pero el que nace bien parado, en procurarse lo que anhela no tiene que invertir salud.
Por eso canto a quien no escucha, a quien no dejan escucharme, a quien ya nunca me escuchó:
al que su cotidiana lucha me da razones para amarle: a aquél que nadie le cantó.
autor: Silvio Rodriguez
Cada año por estas fechas me cuesta más celebrar lo que conocemos con el nombre de Navidad, y no porque sean unas fiestas religiosas que lo son... sino porque pienso que seria más acertado llamarlo Tiempo de Hipocresía y Falsedad.
De todos modos que cada uno lo llame como más le guste.
Jesús Miravalles Gil
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