Cuando vamos superando la etapa de la adolescencia, uno de los objetivos principales que nos proponemos es la independencia. Queremos tener nuestra vida aparte, tomar nuestras propias decisiones y hacer lo que queramos. Sin embargo, pronto nos daremos cuenta que dependemos de los demás para realizar nuestra vida.
Hoy la sociedad es muy interdependiente. Para lograr el éxito individual es necesaria la intervención de otras personas, ya sea que estén en posiciones superiores o inferiores a la nuestra, jerárquicamente hablando.
No se puede surgir con éxito en la vida si no se ha establecido buenas relaciones con mucha gente. El éxito no depende exclusivamente del talento o del esfuerzo personal, sino que también de la capacidad de relacionarse con los demás. Las oportunidades se multiplicarán proporcionalmente a la cantidad de conocidos que tengas.
Por ello ahora es más importante que nunca sonreír. No será la primera vez que hayas escuchado que es bueno sonreír. Pero seguramente no lo has llevado a cabo sistemáticamente. En nuestro mundo tan globalizado esto es fundamental. Realiza la siguiente práctica: cuando entres en un lugar donde se encuentren personas desconocidas, saluda y sonríe.
El saludo cordial hace sentir a las otras personas que tu las tomas en cuenta y que son importantes para tí. Procura hacerlo con sinceridad. Al comienzo tendrás que hacer un esfuerzo, pero al poco tiempo se transformará en un nuevo hábito y sentirás cada vez más una emoción sincera, de modo que con tu saludo transmitirás la idea de que estás feliz de conocerlos y de estar con ellos.
¿Cuándo empezar a lograr este nuevo hábito para tu triunfo personal? ¡Ahora mismo!
Fuente: Antenara
Saludos cordiales y muchas gracias por leer este blog
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