
José Antonio Labordeta se queda con nosotros para siempre. Seguirá vivo en la memoria de los que tuvimos el honor de conocerlo, de escuchar su atronadora voz. De estremecernos con lo que que todos los aragoneses, a la mierda del favor de las instituciones, hemos elegido como el himno de esta patria: Su Canto a la Libertad.
"Habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga LIBERTAD"
Al viejo profesor J. A Labordeta se le gasto la vida de tanto usarla.

José Antonio es un viejo compañero de camino. Machado de posguerra, con penas calientes y estómagos vacíos. Traje los domingos y alpargatas de lunes hasta siempre. Le cabía, nos cabía, todo el país en la mochila, porque alguien empequeñecía España y la reducía a la medida de su pisada, de su bota capaz de aplastar las rosas de todos los caminos. Compañero de alegrías diminutas, de lutos interiores, de corazones perdidos en las cunetas y en las tapias blancas de los cementerios.
"Su espíritu, sigue más vivo que nunca". Gracias por lo mucho que hiciste por tu tierra Aragón. Siempre te recordaremos.
"Su espíritu, sigue más vivo que nunca". Gracias por lo mucho que hiciste por tu tierra Aragón. Siempre te recordaremos.
CON AMOR Y RESPETO A UN "VIEJO MAESTRO DE ESCUELA" (LABORDETA)
Jesús Miravalles Gil
Jesús Miravalles Gil
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