"LA ESTUPIDEZ INSISTE SIEMPRE"

Ser obispo es un cargo que no requiere muchas luces. Demetrio Fernández obispo de Córdoba, este impresentable desde hace tiempo, nos viene obsequiando con unas "perlas" dignas de cualquier descerebrado que tenga algún problema psicológico, este concretamente me recuerda al doctor maligno, cuando se entera de un plan para atacarte.

Las dos últimas lindezas fueron "El obispo de Córdoba culpa ahora a los medios y a las escuelas de "incitar a la fornicación". Con frases tan elocuentes como esta: " La incitación a la fornicación es continua en los medios de comunicación, en el cine, en la TV, incluso hasta en algunas escuelas de secundaria, dentro de los programas escolares".

La anterior lindeza, si no recuerdo mal dice:" La Unesco tiene un plan para los próximos 20 años en hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual". Si señor, todo un ejemplo de cordura, ya me imagino a la Unesco con grandes naves espaciales soltando un polvillo rosa para que el mundo se vuelva homosexual. Esta frase, a parte de demostrar una intolerancia suprema, hace gala de lo poco inteligente que es. ¿Un plan par que la gente se vuelva homosexual?. ¡Alucinante!

¿No sabe lo que es una condición sexual? ¿No sabe que un homosexual es un ser humano y por consiguiente se le debe tratar con la misma caridad cristiana que a cualquier otro?

Otra cosa por la que se hizo famoso, es por no permitir a musulmanes  rezar en la mezquita, al parecer Dios le ha dicho a su Vicario Benedicto XVI, el hermano del director de un coro donde se ocultaban delitos de pederastia, que debía seguir con las cruzadas, y que el alquiler divino de ese complejo religioso ya le había caducado a Alá y que ahora le correspondía a Dios.

Todas estas aberraciones no son más que el reflejo de una persona de la que se diría que tiene alguna tara mental, con todo mi respeto hacia los enfermos mentales. Es inaguantable que esta jerarquía bien comida y bien bebida se dedique a perder el tiempo en estupideces en lugar de trabajar en favor de los muchisimos hambrientos y enfermos del mundo. Es un pobre infeliz y pretende que todos lo seamos.

Jesús Miravalles Gil