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24 de febrero de 2012

MIENTES MÁS QUE HABLAS

Existen dos tipos de mentirosos: el profesional y el aficionado. El profesional es un tipo serio, bien preparado, culto, modesto, que no se regocija con la mentira, simplemente es su trabajo. Tampoco anhela especialmente presumir ante el engañado de la trola que consiguió colarle. Jamás cometería ese error de principiante que pudiera delatarlo. Él se conforma con la satisfacción del deber cumplido. Con pararse unos instantes en la intimidad y decirse: “buen trabajo cabrón”. Lo cual técnicamente podría decirse que es lo más parecido a no haber mentido. Ojos que no ven, corazón que no siente u hostia que te das. Además, tras cada engaño, analiza fría y exigentemente los errores cometidos. “No pueden volver a repetirse”, se insiste, para seguidamente diseñar los pasos que le permitan perpetrar otra de las suyas.Por lo que se refiere al aficionado, este suele ser un pollo al que se le ve venir a la legua y cuando miente resulta tan soez como ridículamente hilarante la forma en la que pretende endilgárnosla. En resumidas cuentas, vulgar hasta el punto que lo convierte en un ser despreciable de esos que cuentan sus amigos con los dedos de la mano de un manco. Para más inri, a diferencia del profesional, desea compulsivamente con todas sus fuerzas echarle en cara a su interlocutor la bola que cree haberle encajado cual trofeo de caza. Suele además acompañar este momento con una risotada cargada de idiocia que lo convierte en un sujeto todavía más repulsivo si cabe. “Te lo has tragado, jo, jo”. Otra supuesta especialidad del aficionado son los “TENGOS” con los
que se presenta en sociedad: “tengo un amigo en Madagascar”, “tengo una casa en la playa”, “tengo una novia en el pueblo”. Tengo que pintar mi habitación antes de la semana que viene…”
Si todo va sobre ruedas y ningún contratiempo o la misma pereza sabotean ese proyecto, tu mente se siente liberada una vez acaba la tarea…hasta que volvemos a condenarla a cumplir el siguiente “tengo que…” .Si tu lista de “tengo…” es demasiado larga y comienza a ser más bien una carga, sustituye todos aquellos “tengo…” que puedas por “me gustaría…”Verás como un poco tiempo, nada más lo comiences a aplicar, acabas cumpliendo más deseos o “autobligaciones” que antes y lo mejor de todo sin sentirte mal, o encadenado a las “Obligaciones” que no has podido llevar a cabo.
Ponlo en práctica aunque sólo sea con las acciones que te gustaría tomar en el día, y comprueba tu mismo los resultados…estoy seguro de que te sorprenderán.

Os agradezco vuestro interes en leer este blog.

HORUS
                     

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