
Podemos aprender a relajarnos en una experiencia al darnos cuenta que es transitorio, o podemos dejar de resistirnos al cambio y darnos cuenta que es inevitable. Podemos aprender a tener compasión reconociendo que todos los seres están sujetos a la enfermedad, vejez y muerte. No obstante, este entendimiento de la inevitabilidad de la impermanencia no lleva necesariamente a creer en ella. Aunque podemos reconocer que otros mueren, puede que no creamos en nuestro propio final.
La segunda forma de entender la impermanencia es por medio de la comprensión, con la observación directa de la naturaleza de las cosas. El Budismo nos ayuda a abrirnos a este menos perceptible entendimiento de la impermanencia. Al practicar una profunda y concentrada circunspección, logramos ver dentro del momento a momento, ir y venir de todas las cosas. Empezamos a ver que todas las cosas, incluso esas cosas que parecen constantes, están en constante cambio. Con esta visión de temporalidad viene la comprensión que es fútil el aferrarse a algo ya que todas las cosas vienen y van en la existencia. Además, empezamos a ver que nos apegamos a ideas y conceptos en vez de cosas reales y experiencias. Por ejemplo, podemos pensar que nos apegamos al dinero cuando de hecho nos apegamos a nuestra idea de lo que el dinero nos traerá o hará por nosotros.

The Secrets of Yoga
Jesús Miravalles Gil
No hay comentarios:
Publicar un comentario