2 de octubre de 2016

COMO MEDITAR EN UN BANCO DEL PARQUE

Estamos acostumbrados a relacionar la meditación, con unas posturas determinadas, un lugar silencioso y solitario y un momento programado.
Pues bien,  haciendo uno de mis paseos habituales he practicado una meditación diferente.
Al pasar por el parque he buscado un banco un poco aislado, pero no demasiado. Me he sentado en la posición habitual de meditación, con la espalda recta y demás. He mirado a mi alrededor , los arboles, las flores, la gente, los perros, los pájaros...observo la tranquilidad y ambiente distendido, "natural" que me rodea.
 Cierro los ojos, respiro hondo por tres veces hago un repaso por mi cuerpo tomando conciencia de las sensaciones del cuerpo, sin intentar cambiarlas.
Centro la atención en la respiración natural, sin cambiarla, contando hasta siete, ( inspiración y espiración..1, inspiración y espiración...2 ) y luego descendiendo.
Pongo atención en los sonidos que me rodean: los pájaros, las personas hablando, sonido de sus pisadas, el viento en las hojas...escucho con atención plena...unos sonidos ocurren cerca, otros lejanos...voy tomando sensación del inmenso espacio que me rodea...
¿Qué lugar ocupo yo en él ?
 La mente permanece relajada, solo prestando atención a los sonidos que me llegan, sin tratar de juzgarlos, sin interpretarlos. Permanezco así por unos 10 minutos, muy agradables. Cuando acabo sigo sentado disfrutando de la experiencia de una mente calmada.
Es buena práctica para este verano, en cualquier parte, incluso en la playa. No hace falta ser estricto con la posición...he probado a sentarme de manera mucho mas natural en el banco, o en el suelo y funciona...si te da apuro, las primeras veces, con las gafas de sol, nadie sabe que tienes los ojos cerrados...después puede que incluso adoptes un banco del parque como tu lugar preferido para meditar y veas que hay otros a tu lado haciendo lo mismo.

MEDITACIÓN PARA RENDIR LA MENTE A LA PRESENCIA QUE ESTÁ SIEMPRE AQUI Y AHORA.....YO SOY....QUIÉN SOY.      Gracias Pilar Almagro Hrímati.

Jesús Miravalles Gil
                                            

No hay comentarios:

Publicar un comentario