3 de mayo de 2017

ENVEJECER CON DIGNIDAD

Al nacer nos regalan un cuerpo perfecto, tierno, suave, limpio. Sin embargo, a medida que va pasando la vida nuestro cuerpo se va llenando de marcas, cicatrices, arrugas, canas y por algún extraño motivo, todas esas marcas nos provocan angustias y miedos.
Yo siempre digo y no me cansaré de decirlo mientras viva. Que envejecer con dignidad es un privilegio para mi, un arte, todo un regalo. Sumar canas, arrancar hojas en el calendario y cumplir años debería ser siempre un motivo de alegría.
 De alegría por la vida y por lo que supone estar aquí y ahora.
Es cierto que no podemos evitar el envejecimiento externo e interno, pero, lo más importante es tener una mente abierta con actitud y estar motivados sintiéndonos jóvenes por dentro.
Ya se que conforme vamos envejeciendo, nuestro cuerpo ya no es tan ágil y rápido como antes. A veces la mente me dice, me dan ganas de darme una voltereta en el aire... pero luego el cuerpo me dice que no porque ya no te responde como cuando eras joven esto suele ocurrir.
Cada vez me siento mejor conmigo mismo a medida que voy envejeciendo voy aceptando el paso del tiempo tal como es, eso es envejecer dignamente sin necesidad de recurrir a cirugías estéticas.
Cumplir años es envejecer.... crecer como persona y  evolucionar ya es otra cosa. Hay gente que cumple años pero no evoluciona.
No lamento envejecer porque es la ley de la vida en cualquier caso lo verdaderamente importante es si en ese trayecto fuiste feliz.

Muchas gracias por vuestro tiempo y vuestra compañía

Jesús Miravalles Gil                                      
                                             

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