EL MALTRATO

Un día más, un sábado más, me despierto con el sobresalto de una nueva muerte por violencia de género. Pero no por tantas veces repetida dejo de preguntarme qué puede llevar a un hombre a lanzar su  coche contra el de su víctima para, después, apuñalarla mortalmente e intentar otro tanto con quien intentó defenderla. Evidentemente, es el frenesí de los celos tantas veces cantado en nuestra sociedad.

Cada vez que escucho que una mujer a muerto a manos del hombre que unas veces era su pareja , otras su marido y otras su expareja o exmarido , no sé si la campana que escucho es una señal de alerta o el contador de una estadística macabra.

Creo que , como sociedad , lo estamos haciendo muy mal y creo que son los medios de comunicación los que peor lo están haciendo . Cuando hay hombres obsesionados por los celos o convencidos de que esa mujer a la que un día marcaron con un anillo son " suyas ", abrir informativos con estos asesinatos y hacerlo unas veces con exceso de morbo y otras con la frialdad de las estadísticas , poniendo un numero sobre la ultima tragedia , como si se tratase de batir un récord , no puede ser nada bueno.

Con demasiada facilidad decimos que los vecinos no se lo esperaban , porque parecían " una pareja normal ".

Otras veces se dice con frialdad pasmosa que él " la quería " y que era " muy celoso " .

Nunca , o casi nunca , se informa de la suerte que corren estos asesinos de las mujeres que dicen querer . Sé que al hombre obsesionado que mata a "su mujer " y luego se quita la vida le da igual saber la suerte que le espera si llega a un tribunal , pero creo que no seria malo que lo supiesen los adolescentes que creen que " su noviata " es suya.

También seria bueno que supiesen que nadie es de nadie y que la televisión que ven les educase sobre igualdad y respeto.

Seria un sueño pero , de momento , la campana sigue sonando .

Jesús Miravalles Gil